El PLD estuvo estancado durante meses. Las firmas encuestadoras apenas otorgaban porcentajes que oscilaban entre el 37 y el 40%. Al completar la elaboración de su boleta electoral, con la escogencia de Margarita Cedeño como candidata vicepresidencial, registró un incremento de 5 puntos porcentuales.
Después de ese proceso no ha sumado nada. Las organizaciones minoritarias, que conforman el Frente Progresista, acompañan al oficialismo desde los comicios del 2004. No ha registrado ningún movimiento novedoso, excepto la salida del doctor Max Puig.
La boleta electoral del PRD si ha registrado sumatorias favorables (con las que no contó en el 2008), tales como las del PRI, el PDI, el PNVC y el PRSD de Hatuey De Camps. Sume, además, a Amable Aristy Castro y millares de reformistas. Más aún: dirigentes ortodoxos del PLD, como Luis Inchausti, Taina Gautreaux y otros miembros del Comité Central, están apoyando a papá. El voto de un peledeísta vale por dos.
Esas importantes sumatorias se reflejan en los resultados de cinco encuestas de opinión recientes, a las que tenido acceso. En las mismas el PRD supera al PLD con porcentajes que oscilan entre 4 y 7 puntos.
En esos estudios los abstencionistas se acercan al 30% y los indecisos oscilan entre el 1% y el 3%. En el hipotético caso de que los indecisos sufraguen por el PLD, como quiera perdería el certamen. El PLD no tiene espacios para crecer.
Y con la agravante de que su base de apoyo mayoritaria, descansa en el voto femenino, el cual es extremadamente vulnerable. No se trata de un sufragio duro como el del PRD, sustentado fuertemente en el hombre de diferentes edades, ampliando su ventaja entre los más adultos.
La inversión de recursos multimillonarios del Estado usados a favor del oficialismo no ha podido invertir la inclinación electoral; el avasallamiento de los medios de comunicación tampoco ha podido invertir la decisión de los dominicanos; mucho menos la sucia y perversa campaña que practica un partidito aliado al PLD. El PLD no tiene hacia donde crecer. Su techo es rígido.