Por: Jorge Puello/Estratega del golpe a Balaguer 1978/Miembro del Foro Renovador
Cuando se pierde el decoro, se ha renunciado a la virilidad como ente ante una sociedad.
Jorge Puello.
He recibido múltiples correos electrónicos, en la que se me pregunta el por qué yo solicito a todo los ciudadanos que hagamos causa común para disolver el senado de la Republica. La respuesta es fácil, se imagina usted, que los 26 senadores que deben representar a cada una de las provincias del país, como meretrices seducida por un buen partido, se han arrodillado y han renunciado a todo respeto moral y ético al ponerse de hinojos ante el presidente de la republica: “AQUÍ ESTAMOS A SU MERCED, HAZ DE NOSOTROS LO QUE UD QUIERA, SOMOS SUS SUBDITOS, SOMOS TUS MERETRICES”. Jamás se ha visto en nuestra patria tanta desfachatez ni tanta entrega como lo hecho por esos serviles legis-traidores.
Ellos no representan a ningún segmento de la sociedad; ellos no son nuestros legisladores; ellos no son los llamados a representarnos en el momento que se necesite actual sobre un desenfreno del monarca dominicano. Esos 26 serviles, solo representan los intereses de quien lo puso y robó dinero del pueblo para asegurarles esos curules. La dictadura de partido ya es un hecho. La republica ha sido tomada por el PLD, como la tomó Trujillo en 1930.
Solo resta preguntarse, ¿Dónde están los hombres para defenderla? ¿Cuánto tiempo más hay que esperar antes de que nos violen uno por uno? ¿Quién dirigirá el levantamiento? ¿Desde cual trinchera se lanzaran los primeros tiros? ¿Cuál Mella apretará el gatillo para la primera señal de compromiso ante la Patria?
-Puello, lleva la cosa al paso, que todavía queda tiempo. Dejemos que el PLD entregue a los emporios internacionales la isla entera. Cógelo con calma. No se puede hablar de un levantamiento, todavía. Enfríate la cabeza, no olvides lo que hizo Balaguer en los 12 años. Si ahora nos lanzáramos a las calles nos van a cocinar a tiros, cálmate Puellito, bébete un juguito de china y enfríate. Las cosas ya no son así. Hay que dejar que nos castren y prostituyan a todas nuestras mujeres. Espera hasta que se lleven todos. Kool down Puellito. -Tu ‘ta muy acelerao-.
Que le habrá pasado a la virilidad de todos ustedes, carajo. Como es posible que en Quisqueya se hayan colados las venas femeninas entre sus altos cuadros. Que diablo les inoculó Balaguer. Que fue lo que la Banda Colorá les dio a beber. No nos merecemos las estrofas de nuestro glorioso himno nacional. Habrá que castrar también el himno nacional y sacar de entre sus augustas líneas, la palabra ‘VALIENTE” “INDOMITA” “BRAVA”. Esas palabras solo las llevaron en sus pechos, los hombres que constituyeron la raza inmortal, de la cual solo quedan los vestigios de aquel ayer que nunca volverá.
¡OH QUISQUEYA, DONDE FUE QUE PERDIMOS LA VIRILIDAD, COŇO!