Por : Jorge Puello/Estratega del golpe a Balaguer 1978/Miembro del Foro Renovador
Danilo Medina, jefe de campaña de Leonel Fernández por 3 veces consecutiva, hizo lo inenarrable para que su jefe, en su intento de retener el poder y bajo todas las miserias mantenerse al frente de la cosa pública, lograra su objetivo. Danilo en todos los intentos de su jefe, nunca se negó y fue siempre abnegado servidor de sus ambiciones y aberraciones gubernamentales. A tal punto, que aceptó su derrota en la convención de su partido aunque con algunas reservas, pues dijo, que el estado y las manipulaciones de su jefe lo hicieron perder ser candidato presidencial en el 2008.
Yo personalmente considero a Danilo y lo comparo con el gran alemán, Erwin Rommel, pues si Rommel fue un gran estratega en los campos de batallas, Danilo lo ha sido en la arena política nacional. Superando las asechanzas de sus más feroces enemigos y burlando los círculos de acción de sus más enconados adversarios.
Danilo Medina, como gran armador es lo mejor que tiene el PLD en estos momentos. Ahora bien, si lo subimos al nivel de hombre de estado y futuro presidente de la Republica; si lo observamos y buscamos en él el don de mando y el carisma necesario para optar por esa posición, no lo vamos a encontrar, pues carece de esos atributos. El mismo Leonel lo reconoce, es por ello que en todos los actos en los cuales salen juntos, Leonel ni por decencia le levanta las manos. Es como si el pobre Danilo hediera a muerto, como si fuera un ave extraña la cual es difícil de compartir. En cambio el Guapo de Gurabo tiene ese no sé qué, que cae tan bien en todos los escenarios donde ha sabido comportarse como todo un líder. Hipólito tiene ese toque de calidad que lo diferencia del pobre Danilo. Danilo es como una especie de yo no fui, sin donaire de estado, es mas bien, como un atrabanco que todo el mundo quiere patear y salir de él. Es como un ser que nació para servir y para atajar para que otro enlace.
Señores, si Danilo estuviese dotado de ese know how, el savvy para ser presidente, todo el comité políticos de su propio partido estuviera de su lado. Pero como solo es un espadachín que lanza estocadas a los fantasmas de la media noche, no sabe ni sabremos nunca donde diablo está o estará. Es como un ser perdido en su propio partido y rechazado por los más avezados políticos. En resumen, Danilo como armador es un gran hombre, al igual que Candelier en sus cuarteles, pero para ser presidente, le queda muy grande el cargo y la grupa del corcel no puede ser maniobrada por un advenedizo, cuando le toque vadear el rio de la corrupción.